El escultural juego de curvas y líneas rectas que realza el reloj IMPERIALE se aprecia a través de la sofisticada combinación de materiales. Esta creación luce majestuosa con el oro rosa de 18 quilates en la caja y el brazalete, la esfera de nácar y el bisel engastado con diamantes. En la corona y las asas deslumbran amatistas, como un toque de refinamiento supremo, rememorando el color púrpura imperial que llevaban los emperadores bizantinos.