Karl Scheufele y la compra de Chopard
En la misma época, Karl-Scheufele III, orfebre, relojero, hijo y nieto de emprendedores, estaba intentando ampliar ESZEHA, la empresa de joyería y relojería que tenía en la localidad alemana de Pforzheim. Dado que su suministro de movimientos relojeros dependía de un proveedor, decidió adquirir una manufactura suiza. Con este objetivo en mente, publicó un anuncio en la prensa y fue a Ginebra a conocer a potenciales candidatos. El día antes de regresar a Alemania, se puso en contacto con el último nombre de su lista: Paul-André Chopard. En cuanto lo conoció, Karl Scheufele supo que iban a congeniar y treinta minutos después el trato estaba cerrado.