La inspiración
Caroline Scheufele, copresidenta de Chopard y una apasionada de su oficio, se inspira en sus viajes y sus encuentros para dar vida a las más fabulosas creaciones —con el apoyo de los diseñadores del departamento de Alta Joyería—. Fue en un periplo por el sudeste asiático, mientras paseaba por un jardín, cuando descubrió la exquisita elegancia del loto blanco en toda su plenitud. Esta planta acuática de apariencia frágil, cuya flor es sagrada en las religiones orientales, encarna el trono de las divinidades: sus delicados pétalos ocultan una fuerza incomparable que les permite renacer cada día, tan inmaculados y puros como la primera vez. Su corola se cierra cada noche, solo para volver a desplegarse al amanecer. Chopard ha imaginado un soberbio reloj secreto, que se abre a voluntad, como una expresión de este nuevo renacer perpetuo.