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En 2017, con motivo de su 20a edición, Chopard, como socio oficial del Festival de Cine de Cannes, deslumbró a los espectadores con sus creaciones atrevidas y sus colores vivos, concebidas para billar en la célebre alfombra roja y sus legendarios escalones. Caroline Scheufele anhelaba conmemorar las dos décadas de esta extraordinaria colaboración con unos diseños repletos de colores vivos que simbolizaban su creatividad desbordante y los conocimientos que los artistas ponen al servicio de los talleres de Alta Joyería de Chopard. Los pendientes y las pulseras siempre han sido los complementos preferidos para la alfombra roja, pues acentúan de manera discreta o distintiva un cuello esbelto o una muñeca delicada. La colección Red Carpet de 2017 proponía interpretaciones modernas y atrevidas, tanto por el diseño como los materiales.
Los pendientes largos, o los modelos redondos y flexibles, que forman cascadas de exquisitas gemas multicolor, se combinaban con brazaletes anchos de titanio con ricos arabescos. Este metal, de una ligereza extrema, puede teñirse con una amplia paleta de colores para intensificar el brillo de las piedras preciosas que lo adornan y permitir una infinidad de toques elegantes. Los anillos se adornan con piedras coloridas de todas las tallas y los majestuosos collares culminan este caleidoscopio en un sorprendente homenaje a los 20 años de colaboración entre el festival de cine más prestigioso del mundo y Chopard.